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Alicante, Castellón y Valencia deben de aunar los corazones para prosperar como cuando antaño los labradores vendian por todo el mundo sus productos con la marca "The Best Valencia Oranges Exporter."
Alicante, Castellón y Valencia, -tres provincias y una sola MARCA.
Álzate, pueblo de Valencia/ y comienza a caminar, / porque un pueblo nacido libre/ no puede vivir aprisionado por mesetarios ni nordestinos.
La batalla por la cartera de la Conselleria de Educación, una de las más complicadas del futuro Gobierno valenciano, incitó a última hora de la tarde de ayer el repetitivo encontronazo en ese proceso de negociación abierto entre el PSPV y Compromís. En una reunión en la sede de los socialistas valencianos que debía servir para perfilar el combinación del segundo escalón del nuevo Gobierno, los de Ximo Puig exigieron a los de Mónica Oltra que se quedarían con la Conselleria de Educación. Compromís, esgrimió con todas sus fuerzas para dejar instalada como responsable de la mencionada Conselleria a Gràcia Jiménez. La propuesta independiente de Compromís para tomar el relevo de María José Català supondría ceder a la corriente más extrema de la enseñanza una de las áreas más trascendentes del muevo gobierno que presidirá Ximo Puig, tanto desde el punto de vista político como presupuestario. Gràcia Jiménez de Compromís pasa por ser una de las más destacadas activistas de la llamada Escola Valenciana, federación que pese a defender su independencia apuesta sin equívocos ni ambages ninguno por la Normalització Lingüística .
Que vos passa, que vos passa valencians
Bueno será recordar al PSPV, que los socialistas arrasron en las primeras elecciones celebradas tras la implantación de la actual la Democracia, pero hubo un pero, que los jóvenes autoproclamados de izquierdas fueron aupados al poder en las tres provincias valencianas, pero los nuevos gobernantes no hicieron caso a los viejos exiliados republicanos en Paris, quienes les habían advertido antes de que se aprobase el Estatuto Valenciano, “que los republicanos se encontraban persuadidos de que la región o nacionalidad valenciana era una comunidad histórica autóctona y bien definida, con caracteres propios que anteriormente ya se habia estudiado y definido. Me parece que renunciar a esa manera propia de ser constituiría un inmenso e infecundo error político. Lo único que quisiera dejar bien sentado aquí y ahora es que la polémica doctrinal debe de mantenerse en los ámbitos de decencia intelectual y altura moral que el asunto merece, sin descender a supercherías o slogans prefabricados por el partidismo maniqueo”. No les hicieron caso y se tiraron en brazos de los continuadores de esa tendencia que los republicanos españoles en exilio se empeñaban en llamar una y otra vez “el expansionismo imperialista de la gran burguesía barceloní, ” y ese seguidismo especulativo ha llevado a las izquierdas valencianas tener que sentarse varias décadas en los bancos de la oposición.
Apropósito para terminar y como consejo de un octogenario repetiré como advertencia el refrán: “La única manera de no tropezar con la misma piedra es cambiar nuestro plan. Sólo quien hace cosas diferentes obtiene resultados diferentes”.