Así calificó el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, a las declaraciones del jefe de la diplomacia peruana, luego de que dijera que en Bolivia no existen las condiciones para juzgar a los tres ex ministros de ese país asilados en el Perú.

AP. El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, calificó el sábado de “irresponsables” las declaraciones del canciller peruano, José Antonio García Belaunde, quien considera que en la justicia en Bolivia no existen condiciones para juzgar a tres ex ministros bolivianos acusados de genocidio y a quienes Perú les otorgó asilo.

“Consideramos que son unas declaraciones irresponsables en la medida que se entrometen en los asuntos de la política interna. Nosotros también estamos muy preocupados por algunos comportamientos peruanos, pero somos respetuosos de la decisiones del pueblo peruano”, dijo García Linera en rueda de prensa.

Según publicaciones internacionales, García Belaunde justificó el viernes la decisión de su gobierno de otorgar asilo a Jorge Torres, a Mirtha Quevedo y a Javier Torres porque “no hay las condiciones para un proceso debido…(y) también por razones humanitarias”.

“Yo creo que esa instancia judicial, lamentablemente, ha sido intervenida en algunos casos por el Poder Ejecutivo y en otros, recientemente, por el Poder Legislativo, que ha sancionado a su presidente por considerar que no ha actuado con la celeridad del caso, justamente en este tema”, acotó.

El vicepresidente boliviano respondió que esa explicación que se ha dado es “injustificable”, y lo que hace “es empeorar (las relaciones) porque es una muestra clara, una nueva actitud intervencionista en asuntos políticos y judiciales internos que no tienen justificación alguna”.

El presidente Evo Morales mencionó que tras esa decisión de Perú las relaciones se encuentran “en alto riesgo”.

El 12 de mayo, García Belaunde comunicó oficialmente el asilo y aclaró que “el Perú actuará de acuerdo con su tradición y no de acuerdo con lo que él (Morales) quiere. El señor Morales manejará su país como le dé la gana, pero no va a pretender determinar cuál es la política de Perú”.

Los tres ex ministros son imputados en un juicio de responsabilidades junto al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) quien tuvo que dimitir tras una rebelión popular en el 2003 que terminó con 63 muertos, en su mayoría de la ciudad de El Alto.

García Linera también se refirió al novelista peruano Mario Vargas Llosa, a quien las autoridades retuvieron en el aeropuerto internacional de Caracas por casi dos horas. El escritor viajó a Venezuela para asistir al foro liberal “Encuentro Internacional Libertad y Democracia”.

El vicepresidente dijo que es mejor que Vargas Llosa se dedique “a la literatura donde puede generar algún tipo de satisfacción espiritual… porque está claro que de la lectura política de la realidad (los intelectuales de derecha) tienen muy poco que decir”.

A su vez, mencionó que el foro “es una especie de reunión que intenta agrupar a una generación fracasada y nostálgica de la derecha, porque en un momento en el que en el mundo entero se cae a pedazos toda la ideología y la infraestructura neoliberal, estos señores se aferran a la creencia del libre mercado con un espíritu tan irreflexivo que en verdad provoca un poco de compasión”.