¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Fran Laviada escriba una noticia?
Una organización mafiosa a la que había pertenecido en su momento y por motivos que prefiero mantener en secreto, ya que pertenecen a una época de mi pasado, de la que no me siento nada orgulloso, me había sentenciado a muerte y mi vida cambió por completo. El miedo y la ansiedad, se hicieron compañeros inseparables de mi existencia. Para salir de aquel infierno, no tuve más remedio que hacerme la cirugía estética y cambiar de cara. Además, también conseguí adelgazar casi veinte kilos. Me convertí pues, en otra persona y logré mantener mi vida a salvo, por lo menos hasta el presente, sin embargo, el problema que tengo ahora, es que cada vez que me miro al espejo, me llevo un susto de muerte, no me reconozco, y pienso que tengo frente a mí, al asesino a sueldo que han contratado para matarme. Y lo que en estos momentos me aterra de verdad, es que cualquier día me pueda dar un infarto con tanta sorpresa espantosa que me llevo, día sí y día también.