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La oposición de Bahréin liderada por los chiíes, mayoritarios entre la población, ha anunciado este sábado su intención de boicotear las legislativas de noviembre en ese país, dirigido por la dinastía suní de los Al Jalifa y agitado por una revuelta desde 2011.
El comunicado firmado por cuatro grupos de la oposición, entre ellos el influyente Al Wefaq, considera que las elecciones previstas el 22 de noviembre "consolidan el poder autoritario" en el país. Estos comicios serán la primera cita electoral desde octubre de 2010. El mismo día se celebrarán elecciones municipales.
Los opositores reclaman desde febrero de 2011 una serie de reformas que incluyen una monarquía constitucional que reduciría los poderes de la familia reinante. En el comunicado hacen un llamamiento a "continuar con las manifestaciones pacíficas hasta que se satisfagan las peticiones populares".
La oposición retiró en mayo de 2011 a sus 18 diputados del Parlamento en protesta contra "la represión de sus simpatizantes" por parte de las fuerzas de seguridad.
Desde el comienzo de la revuelta, que en algunas ocasiones ha sido violenta, la oposición ha participado en dos rondas de diálogo nacional, pero abandonó la mesa de negociaciones por estimar que el poder no hacía suficientes concesiones. Las autoridades propusieron en septiembre reactivar el diálogo para salir de la crisis.
Pero la oferta no ha entusiasmado a Al Wefaq, cuyo jefe, Ali Salman, lamenta el rechazo a crear una comisión electoral independiente, la insistencia en mantener un Consejo consultivo designado y el nombramiento del primer ministro por el rey.
En su llamamiento al boicot, la oposición ha reclamado este sábado que todas las partes se comprometan con "negociaciones serias y un diálogo" para resolver las discrepancias antes de la celebración de elecciones.